pago por servicios ecosistemicos

Pagos por Servicios Ecosistémicos. Hacia un esquema confiable y atractivo para el capital privado

La estructura productiva argentina depende en gran medida de los servicios que provee la naturaleza. Los bosques nativos regulan el agua, fertilizan el suelo, estabilizan el clima. En contextos como este, invertir en capital natural constituye no sólo una urgencia ambiental sino también una prioridad económica y social. Desde 2007, el país cuenta con una Ley que regula un esquema nacional de pagos por servicios ecosistémicos. Fortalecer y modernizar este instrumento permitiría canalizar inversión privada para conservar los bosques, transformando un mecanismo público existente en una palanca de financiamiento sostenible.

Qué son los Pagos por Servicios Ecosistémicos y qué resuelven

Los esquemas de Pagos por Servicios Ecosistémicos (PSE) emergen como una herramienta estratégica. Implican el pago a comunidades o particulares por la realización de actividades de conservación, manejo sostenible o restauración de ecosistemas. Conecta a los proveedores de servicios ecosistémicos con quienes se benefician de ellos. Estos programas, si están bien diseñados, permiten atraer financiamiento privado al aprovechar estructuras institucionales existentes y actuar como capital semilla en proyectos basados en naturaleza. 

En un contexto global de creciente interés por inversiones en naturaleza —impulsado por la necesidad de gestionar riesgos ambientales y cumplir con compromisos climáticos y de sostenibilidad— los PSE ofrecen una oportunidad para canalizar recursos hacia acciones que generen beneficios ambientales y sociales medibles. A la vez promueven la conservación, contribuyen a la diversificación de ingresos rurales y fortalecen el arraigo territorial. 

De este modo, los esquemas de PSE se posicionan como un puente entre las políticas públicas de conservación y las estrategias locales de desarrollo sostenible. Articulan incentivos económicos con objetivos de largo plazo orientados a la resiliencia y el bienestar colectivo.

Por el camino de la Ley

En Argentina, la Ley Nº 26331 de Bosques Nativos creó el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos (FNECBN). Allí ya se establece un esquema de asignación de recursos y compensaciones a titulares de tierra con bosques. En la práctica, este mecanismo ha actuado como un esquema nacional de PSE. Sin embargo, el fondo ha enfrentado restricciones históricas de financiamiento. Además, presenta vacíos normativos que limitan su capacidad de atraer inversión privada. 

Pese a su relativa efectividad, al igual que otros programas similares en la región, el esquema enfrenta problemas estructurales de financiamiento debido a su alta dependencia de recursos públicos. Desde la sanción de la Ley de Bosques en 2007, el presupuesto efectivamente asignado ha sido sistemáticamente inferior al establecido por la norma.

Entre 2013 y 2016, por ejemplo, la participación del FNECBN en el presupuesto nacional cayó del 0,04% en 2013 (equivalente al 12,26% de lo previsto por la Ley) al 0,02% en 2016 (equivalente al 5,26%). En términos reales, los montos asignados al FNECBN se redujeron un 72% entre 2010 y 2023. Para 2025, el Proyecto de Presupuesto Nacional asignó apenas el 2,5% de lo estipulado por la Ley, equivalente a $9.000 millones de pesos, lo que representa tan sólo el 0,0077% del presupuesto nacional.

A partir de experiencias locales e internacionales, el presente estudio identifica oportunidades y desafíos para fortalecer el esquema argentino de PSE. Desde ahí, se proponen lineamientos de política para movilizar nuevas fuentes de capital hacia la conservación y restauración de ecosistemas con el foco en bosques nativos. El objetivo último de esta propuesta es reducir la actual brecha de financiamiento y consolidar modelos de gestión ambiental más sostenibles.

Recomendaciones de política pública

Recomendaciones para atraer capital privado para la conservación 

  • Diseñar un mecanismo de contribuciones voluntarias que permita a individuos y empresas financiar proyectos específicos de conservación, a través de la creación de plataformas de financiamiento colectivo orientadas a iniciativas locales de manejo sostenible.
  • Impulsar la creación de un marco normativo nacional para PSE descentralizados que, sin reemplazar la Ley Nº 26331 de Bosques Nativos, habilite y regule formalmente iniciativas operadas por gobiernos subnacionales, sociedad civil y sector privado. 
  • Evaluar la viabilidad técnica y económica de desarrollar y comercializar créditos de carbono y de biodiversidad en el marco del esquema nacional de PSE. El FNECBN podría asumir el rol de articulador y comercializador de estos créditos, replicando experiencias como la de Costa Rica. La experiencia de Misiones con su programa jurisdiccional ECO2 constituye un antecedente relevante para evaluar y eventualmente replicar en otras provincias.

Recomendaciones para fortalecer la Ley Nº 26331 de Bosques Nativos, orientadas a diversificar el financiamiento público:

  • Incorporar mecanismos claros para la participación privada en el financiamiento del FNECBN, estableciendo garantías de uso transparente y reconocimiento formal de aportes voluntarios.
  • Recuperar y fortalecer el modelo de fondos fiduciarios ambientales con gestión independiente y transparente, capaces de atraer cooperación internacional y capital privado.
  • Crear un equipo especializado en financiamiento dentro del FNECBN para identificar potenciales nuevas fuentes de recursos y elaborar propuestas atractivas para inversores.
  • Establecer condicionalidades claras, reforzar la transparencia y promover acciones de sensibilización y educación ambiental para fortalecer la adopción de prácticas sostenibles y, como consecuencia, la confianza de los aportantes.
  • Revisar y reorientar subsidios con impactos negativos sobre la biodiversidad hacia programas de conservación y restauración.
  • Exigir el cumplimiento efectivo del financiamiento previsto por la Ley Nº 26331 de Bosques Nativos (0,3% del presupuesto nacional y 2% de retenciones).

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