El presente estudio plantea realizar un mapeo de la situación actual de las políticas e intervenciones sobre el sistema alimentario en la Argentina en los últimos veinte años. ¿Cuáles fueron las políticas públicas alimentarias diseñadas e implementadas desde la autoridad nacional en Argentina entre 2000 y 2020? ¿Los programas e intervenciones incluyeron un componente de calidad nutricional dirigido a avanzar hacia una dieta saludable que atienda tanto el problema de la desnutrición como aquellos asociados a la malnutrición? ¿Es posible identificar cambios en los objetivos y estrategias tendenciales de las políticas?
Desde hace ya algunas décadas, el avance de enfermedades crónicas relacionadas con hábitos de la población, particularmente vinculados a sus dietas y su consecuente incidencia en los niveles de malnutrición, ha despertado la preocupación internacional. Se estima que una de cada cinco muertes en el mundo es atribuible a una alimentación inadecuada, lo que exige una labor coordinada para su abordaje tanto desde los sistemas de salud como los de educación, en dirección a promover conductas saludables en temáticas nutricionales.
Globalmente, los cambios en los modelos de producción y comercialización de alimentos y en los hábitos de vida ─urbanización, sedentarismo, reducción del tiempo dedicado a la elaboración de alimentos, mayor cantidad de horas de trabajo para el mercado por parte de las mujeres─ contribuyeron a la modificación de los patrones alimentarios. Sin embargo, ello no refleja un aporte a la calidad nutricional de la población ni un aporte en los modos de preparación de comidas de calidad al interior del hogar. Además, se evidencia un mayor consumo de productos procesados y ultraprocesados, en detrimento de los alimentos frescos.
El incremento de factores de riesgo y de enfermedades vinculadas a la malnutrición implican una peor calidad de vida y una mayor exposición a una muerte prematura. Desde una perspectiva de salud pública, esta situación representa desafíos para el sistema, que deben ser abordados mediante políticas de promoción de hábitos saludables y de cuidado integral de la salud. Las acciones coordinadas entre diferentes esferas de gobierno tienen una relevancia particular, y los actores del sector privado son llamados a cumplir un papel protagónico.
El trabajo presenta una sección inicial dedicada a exponer algunos de los conceptos y antecedentes del tema hallados a partir de la revisión de literatura. Posteriormente, se presenta una motivación sobre el porqué de repensar las iniciativas existentes, a la luz del perfil argentino actual en términos de seguridad alimentaria y consumos, en comparación con el contexto regional. A partir de allí, se presentan las herramientas disponibles en función de sus ámbitos de aplicación y objetivos, para luego avanzar en una tipología de programas y normas aplicados en Argentina, identificando las capacidades de cada tipo de instrumento para fortalecer un espacio de alimentación de calidad. La última sección abre el debate sobre las fortalezas y desafíos identificados, poniendo especial atención en los espacios de coordinación entre ellos.