El presente documento constituye una guía práctica con recomendaciones para el tratamiento de datos personales en distintos escenarios de uso de la información, haciendo foco en el sector público de salud. La anonimización constituye una herramienta para mitigar al máximo posible los riesgos de trabajar masivamente con datos de carácter personal. En escenarios de uso de información sobre la salud de las personas, la tarea de anonimizar es crucial ya que, además de tratar con datos personales, tratamos con datos “sensibles”, es decir datos que pueden causar discriminación o estigmatización, aun de manera potencial.
Esta Guía práctica presenta una serie de técnicas que permite ocultar la información sensible para difundirla sin vulnerar los derechos a la protección de datos de las personas; en cada contexto de aplicación, sugerimos un tratamiento adecuado de los datos. En escenarios en los cuáles dudamos de si se puede identificar a una persona con cierta información, recomendamos aplicar el principio precautorio y no disponibilizar la información.
El conjunto de recomendaciones, metodologías y herramientas aquí reunidas está dirigido a personas que trabajan con datos de salud y quieren mejorar las garantías de protección de datos personales. No presentamos recomendaciones de seguridad en sistemas de información, sino que nos centramos en los procesos de anonimización de estos datos, especialmente datos estructurados.
El trabajo parte de una convicción: el uso de la información pública procesada adecuadamente es un hito necesario para la elaboración de políticas públicas basadas en evidencia, tanto en el ámbito de la salud como en otras esferas de la gestión. Para lograr ese objetivo, es necesario evaluar cada nuevo escenario de uso de los datos con la complejidad necesaria para resguardar la información sensible. Con esta Guía, pretendemos realizar un aporte en esa dirección, que sea útil a los diversos perfiles que trabajan con datos en el sector salud.