Cruzar los Andes para descarbonizar el planeta: 40 años de desarrollo bilateral

Necesitamos unir fuerzas y salir juntos al mundo a ofrecer más que recursos, mostrar que podemos acordar un desarrollo sostenible y con reglas claras, que traccione tecnología y servicios basados en el conocimiento, que motorice nuestras estructuras productivas y también la infraestructura para consolidar aún más la integración de nuestra región.

Esta semana se cumplieron 40 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina. Una relación que no ha dejado de crecer desde entonces y que aún tiene mucho más para dar en los próximos 40 años. De Reñaca a Mar del Plata, del valle de Colchagua al de Uco, de San Pedro de Atacama a Purmamarca y del Chaltén a Torres del Paine. Dos países con tanto para ofrecer al mundo. Nuestro capital natural y humano, nuestro potencial único para la generación renovable, la calidez de nuestra gente y dos minerales indispensables para la descarbonización del planeta: el litio y el cobre.

Compartimos la tercera frontera más extensa del mundo flanqueada por la segunda cordillera más alta, solo detrás del Himalaya. Sin embargo esta “barrera” que parece separarnos puede unirnos en pos de un objetivo: desarrollar los recursos que ella nos ofrece y así hacer crecer los puentes (o más bien los túneles) que nos conectan. Los Andes albergan la mayor fuente de cobre del planeta. Chile lo sabe bien y ha sido históricamente el primer productor global, pero Argentina aún no ha logrado poner en marcha su potencial rojo.

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