La ruta hacia la electromovilidad

La transición hacia la movilidad eléctrica se aceleró a nivel global durante la última década. Más allá del ritmo de su evolución futura y de la incertidumbre respecto a las distintas alternativas posibles para reemplazar los autos de combustión, el cambio parece ya difícil de detener y plantea enormes desafíos. En particular para aquellos países que, como la Argentina, cuentan con una importante industria automotriz local basada en tecnologías tradicionales.

En ese sentido, la transición a la electromovilidad representa una oportunidad de dar un “salto al desarrollo verde”. Pero, hasta el momento, la transición hacia la electromovilidad en la región es todavía muy incipiente. Nuestro país no desplegó una estrategia productiva clara y la posibilidad de dar este salto presenta hoy más preguntas que respuestas.

La oportunidad de insertarse en estas cadenas requiere tanto de implementar políticas industriales específicas, como de considerar las características estructurales que posicionan a cada país de manera diferente para afrontar los desafíos impuestos por el mercado global.

Como productor de litio, Argentina suscita además debates en torno a la fabricación local de baterías y celdas para los autos eléctricos. Pero los factores que determinan el éxito de esta producción van más allá de la presencia del insumo y Argentina entra tarde a una carrera tecnológica avanzada que requiere significativos esfuerzos de I+D.

Esta serie explora la situación local y los caminos posibles a tomar para promover en Argentina la industria de la electromovilidad.

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