Los sucesivos intentos fallidos de aprobación de una Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Conservación, Restauración y Uso Racional y Sostenible de los Humedales (la llamada “Ley de Humedales”) dan cuenta del grado de complejidad y conflictividad alrededor de la regulación y gestión de estos ecosistemas. La extensión de los humedales en Argentina y la variedad de actividades productivas que allí se emplazan —agropecuarias, forestales, mineras e inmobiliarias—, condicionan el avance de la norma por la multiplicidad de actores involucrados e intereses en pugna.
Hubo tres intentos de sanción de una Ley de Humedales (2013, 2015 y 2020), cada uno con numerosos proyectos elaborados, desde diferentes fuerzas políticas y provincias, lo que da cuenta del alcance de la discusión a nivel político-partidario y territorial. La presentación de proyectos avanzó al compás de la ocurrencia de fenómenos críticos como incendios o inundaciones, lo cual generó que el impulso público de los proyectos esté orientado por la búsqueda política de una solución inmediata a la urgencia. Esto dificultó que la temática se sostuviera en la agenda pública de forma autónoma, más allá del impulso de organizaciones ambientalistas. Aún con diferente grado de avance, en los tres casos los proyectos perdieron estado parlamentario.
Si bien en una primera lectura podría interpretarse que los tres intentos fallidos de aprobación de la Ley de Humedales revelan un escenario de conflictividad y desacuerdo irreconciliables, en la práctica el proceso permitió profundizar el conocimiento sobre el objeto a regular y favoreció una creciente articulación entre los grupos de interés. De esta forma, un análisis más detallado de la dinámica de discusión revela que actualmente las tensiones se concentran en algunos artículos puntuales. A partir del relevamiento de antecedentes referidos a los proyectos de ley y su proceso de debate, y de entrevistas en profundidad a actores clave, identificamos a continuación, los principales puntos de tensión y proponemos algunas vías para destrabarlos.