Mapa de las Políticas Sociales en la Argentina 2025. Continuidades y rupturas durante la presidencia de Javier Milei

Durante su primer año de gestión, el gobierno de Javier Milei llevó adelante el mayor ajuste del gasto social desde el inicio de nuestra serie en 2002. La mayor parte del ajuste se concentró en las políticas sociales destinadas a jóvenes y adultos. El resto del ajuste se concentró en jubilaciones y pensiones no contributivas para adultos mayores. Sin embargo, se registró una fuerte inversión social en niños, en particular en la AUH, que aumentó un un 47,48% en 2024.

El ajuste en la política social durante 2024 retrotrae la inversión en programas sociales no contributivos al nivel previo al de la gestión de Alberto Fernández. Es más, la cantidad de beneficiarios de los programas sociales prácticamente no varió. Esto indica que durante la administración de Javier Milei el recorte se concentró en la reducción del nivel de beneficios de los programas sociales. 

Esta tendencia no es novedosa. La erosión del nivel de beneficios de los principales programas sociales viene ocurriendo de forma sistemática desde 2015, con la excepción de los programas para niños.

El ajuste en política social lo pagaron en mayor medida los jóvenes y los adultos

En términos absolutos, el ajuste ha recaído en mayor medida en los jóvenes y adultos: dos de cada tres pesos del recorte en política social no contributiva corresponden a programas destinados a jóvenes y adultos. El resto del recorte corresponde a pensiones no contributivas destinadas a adultos mayores.

En este sentido, la elección de los rubros en los que se ajusta y expande la política social se asemeja a la del gobierno de Mauricio Macri (2015-2019). Vemos una contracción de la política social concentrada en mayor medida en programas para adultos y jóvenes, y una expansión de la política social destinada a niños.

Sin embargo, el orden de magnitud es significativamente distinto. El ajuste de Milei en programas sociales para jóvenes, adultos y adultos mayores fue tres veces mayor al de Macri. Además, la expansión de la política social para niños de Milei más que duplicó la de Macri.

En términos relativos, mientras el gasto en adultos mayores cayó un 9,3% en términos reales, el gasto en jóvenes y adultos cayó un 39,8%. De cada diez pesos que se destinaban a programas para jóvenes y adultos cuatro han sido recortados. Esto se observa por ejemplo en las becas de estudio PROGRESAR o en el programa de cooperativas Potenciar Trabajo. 

La misma transformación se refleja en los cambios en la participación de cada grupo etario en el gasto social no contributivo. La proporción de la inversión social destinada a jóvenes y adultos en el total pasó del 28% en 2023 al 20% en 2024. Mientras, la participación del gasto dirigido a niños aumentó del 17% al 22%, y la de los adultos mayores pasó del 55% al 58%

Los mayores ajustes ocurrieron en los programas de cooperativas y en el PROGRESAR

El recorte en programas como Potenciar Trabajo (sucedido por Volver al Trabajo y Acompañamiento Social) y en el PROGRSAR, destinados a jóvenes y adultos, explica el mayor porcentaje de la caída en la inversión social (48%). Es decir, explicar aún más que todo el recorte en pensiones no contributivas (46% del ajuste, incluyendo pensiones que no están destinadas a adultos mayores como las de invalidez o madres de siete o más hijos). 

En el caso del PROGRESAR, el ajuste ha sido sustancial: la inversión en este programa cayó 63,3% en 2024. Esta baja se explica en partes casi iguales por caída de beneficios (-30,7%) y beneficiarios (-36,8%). Sin embargo, el deterioro en el nivel de beneficios del PROGRESAR no es una novedad de la administración de Milei. Entre 2021 y 2023, el nivel de beneficios del PROGRESAR ya había caído un 27,9%.

Si observamos cada categoría del gasto, no ya por su peso dentro del ajuste, sino por su evolución respecto a 2023, la caída más grande se observa en los programas de subsidios a la promoción o preservación del empleo formal (-81%).

El aumento en la inversión en niños, el dato más alentador de la política social en 2024

El aumento del nivel de beneficios de la AUH durante el primer año de la administración Milei fue del 47,48% en términos reales (promedio 2024 vs. promedio 2023) y del 99,78% entre noviembre de 2023 (último mes completo del gobierno de Alberto Fernández) y noviembre de 2024.

Este aumento revierte la fuerte reducción de la inversión en AUH y Tarjeta Alimentar durante el final del gobierno de Alberto Fernández. Entre 2021 y 2023, la caída en la inversión combinada en estos programas fue del 20,28% en términos reales (y del 15,2% entre 2022 y 2023). Por el contrario, en 2024 el aumento en la inversión en estos programas fue del 16%. 

Existe una importante diferencia entre la magnitud del aumento en la inversión en AUH (40,7%) y aquella observada en la inversión en políticas sociales para niños en su conjunto, que creció considerablemente menos (13,8%). 

Esta diferencia se explica básicamente por la reducción en los beneficios reales de la Tarjeta Alimentar, aun cuando se amplió el límite de edad para cobrar este beneficio de 14 a 17 años, aumentado la cantidad de beneficiarios. Los aumentos discrecionales de la Tarjeta Alimentar estuvieron por debajo de la inflación, lo que implica que los beneficios reales de la Tarjeta Alimentar cayeron 15,23% en promedio

No obstante, es importante destacar que el aumento de la AUH ha supuesto un incremento muy importante en términos de la protección social para los niños de sectores vulnerables. Si en noviembre de 2023 la AUH sumada a la Tarjeta Alimentar cubría tan sólo el 65% de una canasta básica alimentaria para un adulto equivalente, para febrero de 2025 los dos programas sumados cubren el 99% de dicha canasta. 

Jubilaciones no contributivas: recorte en los haberes, recuperación parcial con una mejor fórmula

Si durante el gobierno anterior las jubilaciones de los sectores menos pudientes caían menos que las de los adultos mayores que ganaban más de una jubilación mínima, hoy ocurre lo contrario: los jubilados de clase media y alta (que no reciben bonos) están experimentando mayores aumentos que los que reciben la mínima.

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