En 2020 se crea la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIG), un organismo dentro del Ministerio de Economía destinado a transversalizar políticas de género en el área económica de la Administración pública nacional. La DNEIG desarrolla proyectos clave como el Presupuesto con Perspectiva de Género y Diversidad y la elaboración e implementación de indicadores económicos para medir brechas de desigualdad. Se enfrenta al desafío de que estas iniciativas lleguen al territorio. Así nace la Mesa Federal, un espacio de encuentro entre la Dirección y las funcionarias provinciales que permite territorializar la política económica y resulta de gran valor para trasladar capacidades técnicas y políticas al nivel subnacional. Su objetivo es discutir y adaptar las líneas de trabajo de la DNEIG a las características de cada jurisdicción y fomentar el desarrollo de las habilidades técnicas y políticas que harán que sus equipos puedan implementarlas.
Estrategias para desmasculinizar el Estado Nacional
Estamos muy lejos de cerrar brechas de género, en especial en el plano económico. El Estado, encarnado en espacios y actores concretos, tiene la capacidad de contribuir a contrarrestar estas desigualdades, en lugar de profundizarlas. Para lograrlo, son necesarias tanto las instituciones estatales convencionales como nuevas formas de institucionalismo que aborden estos problemas de manera diferente, elaborando dispositivos nuevos, con metodologías de trabajo diseñadas específicamente para tal fin e integrando nuevos actores.
Para apoyar estos objetivos a lo largo del territorio nacional, la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIG) crea la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género. Una iniciativa que busca la transferencia y fortalecimiento de capacidades estatales a nivel subnacional para trabajar con las dimensiones económicas de la desigualdad.
Tanto la Dirección como la Mesa Federal heredan rasgos tradicionales de las instituciones del Estado, pero aportan renovaciones en función de sus líneas de trabajo, su metodología y en las actoras que involucran. En particular, la Mesa Federal incorpora una forma de trabajar y una agenda propia de temas de la economía feminista y la política económica de género, e innova en la capilaridad que logra al expandirse hacia las provincias, única en el Ministerio de Economía.
Una mesa para federalizar la perspectiva de género en el Estado
La Mesa Federal es una línea de trabajo dentro de la DNEIG que le permite amplificar el alcance de su incidencia a través de la colaboración con las provincias en las áreas de Economía, Producción y Género.
Se trata de un espacio de encuentro y trabajo del equipo de la Dirección con 40 funcionarias de 20 jurisdicciones nacionales (a febrero de 2022). Tiene por objetivo circular información específica sobre temas técnicos, discutir sobre la coyuntura económica y construir lazos políticos y transversales de cooperación entre provincias.
Constituye un ámbito valioso para las funcionarias locales que obtienen recursos técnicos, discursivos y políticos para mejorar sus gestiones y consolidar sus carreras políticas.
Es federal
Se propone traducir las perspectivas, problemas e instrumentos que se conciben a nivel nacional en las instancias locales y hacer una transposición adecuada de las herramientas que se construyen a nivel nacional a las realidades provinciales. Busca fomentar la construcción de capacidades estatales en los Estados provinciales a través de la provisión de herramientas para mejorar el diseño y la evaluación de la política pública. En este sentido, uno de los principales valores de la Mesa es la federalización y alcance territorial de las líneas de trabajo de la DNEIG; la capilaridad que logró la Mesa, en tanto llegada a jurisdicciones subnacionales.
Es horizontal
La Mesa no es sólo un espacio de intercambio vertical, de Nación a las provincias, sino también horizontal. Se propone generar intercambios entre las provincias para alentar dinámicas que descentran las decisiones y el diseño de la política pública. Construir comunidad y redes con alcance provincial son formas de organización que el movimiento feminista reconoce y que la Mesa Federal retoma y replica.
Se retoma la metodología feminista de intercambio y trabajo horizontal propia del movimiento para aplicarla en el marco de los límites burocráticos del Estado. Este rasgo definitorio de su constitución es la praxis feminista más horizontal, que permite intercambios entre pares incluso cuando hay jerarquías disímiles dentro de las integrantes.
Sin embargo, la horizontalidad no está dada, sino que es gestionada. Contrarrestar las jerarquías, encauzarlas, disminuir referencias concretas a las mismas para que no obstaculicen el trabajo concreto de la Mesa distingue al dispositivo en sí mismo.
Es intraburocrática
El propósito de la mesa es constituir un espacio de trabajo estable con funcionarias provinciales con “poder de firma”, es decir, con margen de acción y poder para diseñar política pública y tomar decisiones respecto de ellas en su ámbito de competencia. Tienen que tener responsabilidad en la toma de decisiones y “mandato” en su provincia.
A pesar de abordar temáticas de género, no es un espacio excluyente para feministas. Algunas de las integrantes son funcionarias de carrera sin contacto previo o con escasa familiaridad con la agenda de género, mientras que otras sí tienen particular interés o recorrido propio en la temática.
Es un espacio de formación técnica y política
En los niveles subnacionales, las debilidades en capacidades institucionales son notorias porque los procesos de descentralización de la región se caracterizaron por una baja transferencia de recursos y poder de decisión. Destaca el traslado de capacidades desde la Dirección hacia las provincias.
Los valores asociados a la Mesa Federal pueden agruparse en dos grandes categorías. Por un lado, el fortalecimiento de capacidades técnicas para el diseño de política pública y, por el otro, el fortalecimiento de capacidades políticas.
En cuanto a la construcción de capacidades técnicas, la Mesa es un espacio valorado por las herramientas y la información que brinda para informar la gestión. Se discute:
- cómo se instrumenta el presupuesto con perspectiva de género;
- cómo se diseñan indicadores y se generan datos duros como elemento central tanto para diseñar política económica así como para convencer al funcionariado provincial de la importancia de la igualdad como problema público abordable desde la experticia técnica y la evidencia;
- políticas de formación e inserción laboral de mujeres en sectores estratégicos:
- políticas de cuidado, gestión menstrual e inclusión financiera.
En cuanto a la construcción de capacidades políticas, generan un espacio de intercambio de experiencias en tanto actoras en ámbitos típicamente masculinizados.
Proyectar otras mesas federales
Este tipo de experiencia se puede replicar no solo en organismos similares (de Economía), sino también en organismos estatales en general. Es una experiencia de abordaje institucional para un problema complejo que puede servir de ejemplo para extender a otras temáticas. Específicamente como herramienta para territorializar la política económica y resulta de gran valor para trasladar capacidades técnicas y políticas al nivel subnacional.
Seis claves para replicar la experiencia
- Es importante prestar especial atención a la selección de las personas que ocuparán un lugar en la mesa. Para enfatizar su componente técnico fueron claves la falta de purismo ideológico en la etiqueta feminista de las integrantes y el poder real “de firma” como requisito.
- El intercambio de información y alianzas entre funcionarias de distintas provincias y el trabajo sobre iniciativas e inquietudes planteadas desde las provincias es fundamental para lograr una articulación institucional que valore el aporte subnacional. Requiere garantizar que la circulación de la información no se ordene en una sola dirección desde el centro (un ministerio nacional, por ejemplo) hacia las provincias.
- Los dispositivos federales deberían habilitar el trabajo sobre herramientas, dispositivos y acciones adaptadas a particularidades locales.
- La elaboración de una resolución ministerial le da existencia normativa y ayuda (aun si no garantiza) a darle continuidad y perdurabilidad.
- No puede presuponerse que, por generar un espacio de mujeres y diversidades, la horizontalidad y franqueza en el diálogo son hechos ya dados. Por el contrario, deben ser producidos y gestionados activamente por parte de quien detenta la coordinación del espacio.
- Promover el intercambio de información, recursos técnicos y también recursos políticos entre funcionarias de diversas jerarquías, áreas, provincias, partidos políticos acrecienta el capital político de esas mujeres.