En este trabajo se busca hacer un análisis socio territorial sobre el Gran Buenos Aires. Esta región, conformada por los veinticuatro partidos que rodean la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, usualmente está dividida en la literatura académica por tres coronas colindantes, que conforman el 25% de la población total argentina en un área menor al 0.13% de la superficie del país. Interesa particularmente en este trabajo realizar un análisis de componentes principales (ACP) tomando como ejemplo el trabajo clásico de Horacio Torres (1999) para crear un mapa social a partir de los datos de los censos 2001 y 2010 (INDEC) utilizando el radio censal como unidad de análisis. En este trabajo, se utilizaron técnicas de análisis multivariado con el software estadístico R.
Si pensamos en la utilización de técnicas de aprendizaje automático al servicio de las políticas públicas, podemos pensar en áreas geográficas de intervención prioritarias a partir de los datos censales, además de características particulares ligadas a los indicadores seleccionados.
El conurbano bonaerense es un objeto central de la producción sociológica Argentina. Este territorio explica parte importante de la dinámica demográfica del país de los últimos 80 años. Para el año 2010 los 24 partidos del Gran Buenos Aires concentraban alrededor de un 25% de la población argentina en un 0,13% del territorio. Su peso y densidad poblacional tienen un correlato en su relevancia económica, social y política. Objeto de preocupación, de disputa y de control, ha generado una profusa producción académica en torno a diversas dimensiones de análisis.
En este trabajo, analizamos la dinámica socio-espacial de los 24 partidos de Gran Buenos Aires durante las primeras décadas del siglo XXI. Este abordaje nos permite poner en contexto las indagaciones sobre las territorialidades específicas que se desarrollan en este libro. A su vez, nos ubica en la trama general de indagaciones que tomaron como objeto la evolución socio-laboral y socio-espacial del conurbano bonaerense durante el siglo XX.
Las preguntas que guiaron esta indagación son: ¿cuáles son los principales factores que explican la diferenciación socio-espacial? ¿Qué características tienen los estratos socio-espaciales emergentes y cómo se distribuyen en el espacio? El análisis en dos momentos del tiempo nos permite analizar la evolución de estas dinámicas y situar las investigaciones dentro de una historia.
Para este abordaje articulamos distintas técnicas de análisis y produjimos una “tipología estructural y articulada”. Los conceptos tipológicos que surgen de esta operación constituyen en sí un producto que permite revisar los supuestos e hipótesis de base, a la vez que establece un nuevo punto de partida conceptual para la realización de nuevas operaciones. Luego, a partir de las variables factoriales producidas en el paso anterior, aplicamos una técnica de clasificación (análisis de cluster jerárquico) y procedimos a la clasificación de las unidades espaciales agrupándolas en estratos socio-espaciales significativos, que poseen características homogéneas a su interior y heterogéneas en relación al resto de los estratos. Finalmente, luego de la identificación de los estratos, procedimos a la georeferenciación de las unidades espaciales.
La hipótesis que guió este trabajo está ligada a que los procesos de transformación económica en el período intercensal han influido en los patrones de distribución del ordenamiento urbano considerando tres niveles de análisis. Los cambios en el GBA en su conjunto, la escala municipal (asociada a la cercanía a la ciudad central conformando coronas a su alrededor) y la escala intra municipal influida por la cercanía a las vías ferroviarias.
Resultados
¿Qué características poseen los estratos que se componen en cada uno de los periodos? ¿Cuál es su contenido? A partir del cálculo del promedio de los indicadores seleccionados según los estratos obtenidos por la clusterización jerárquica podemos describir los distintos tipos socio-espaciales y su variación entre rondas censales.
Estrato de nivel socio-económico alto: este perfil socio-espacial se caracteriza por poseer bajos déficits infraestructurales y de habitabilidad de la vivienda, una baja proporción de la población con necesidades básicas insatisfechas, una inserción en el mercado de trabajo mejor que la de los perfiles medio y bajo y un alto nivel educativo.
Estrato de nivel socio-económico medio: este perfil socio-espacial posee niveles de déficit infraestructural sensiblemente mayores que el perfil socio-económico alto, también posee una proporción más elevada de la población con necesidades básicas insatisfechas (se encuentran en esta condición 1 de cada 10 personas en promedio). En relación a la inserción socio-económica, en el año 2001 se observan diferenciales significativos con respecto a los perfiles alto y bajo.
Estrato de nivel socio-económico bajo: en el caso de este perfil se observan diferencias sustanciales en relación con los déficits de infraestructura y los niveles de hacinamiento. En promedio, sólo 1 de cada 10 viviendas de este estrato posee cloacas tanto en 2001 como en 2010. Un porcentaje significativo de la población posee necesidades básicas insatisfechas, y, en el caso del año 2001 se observa una inserción minoritaria en la ocupación. Finalmente, se observan diferenciales sustanciales en relación con el nivel educativo, con un porcentaje muy pequeño de la población con acceso al nivel superior.
En relación con las mutaciones entre los años 2001 y 2010 se observa que el peso de la condición de actividad como dimensión diferenciadora de los perfiles se reduce. Por otro lado, se identifica un empeoramiento del acceso a cloacas y red de agua tanto en el estrato alto como medio, y una mejora en el estrato bajo. Esta situación puede explicarse por el mayor peso que representa el estrato de NSE alto, y el potencial desplazamiento hacia zonas con menor infraestructura del estrato medio. Por otro lado, la mejora en estrato de NSE bajo pareciera indicar una ampliación de la infraestructura en las periferias. Finalmente, un rasgo común a los distintos estratos es el acceso a niveles educativos superiores, en una tendencia que pareciera indicar un desplazamiento de las credenciales educativas.
Concretamente, si pensamos en la aplicación de políticas públicas para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población en el GBA, pudimos identificar áreas geográficas específicas que se distinguen en principio por su alejamiento de la ciudad central y de las vías férreas. A su vez, existen indicadores particulares que resulta necesario intervenir tales como bajos niveles de acceso a red de agua formal y cloacas. Si bien existe un aumento del área de mejores condiciones socio económicas en el período intercensal, persisten zonas con déficits de servicios básicos que engloban a más de tres millones de personas.
Por último, si bien los barrios populares conforman parte del sector de peores condiciones socio habitacionales, existen áreas geográficas que exceden a los barrios populares que sin embargo poseen déficits similares. Resulta de cabal importancia la intervención de Estado en esas zonas para el mejoramiento de las condiciones de vida.