Transformar el Estado

“Estado” es una palabra clave en el centro de las disputas políticas. Todas las fuerzas políticas en la Argentina han querido transformar al Estado: más chico, más interventor, más moderno, más eficiente, más federal. La cuestión apunta siempre a las capacidades de un Estado: qué puede y qué no, qué debe y qué no. El Estado es el instrumento para ejecutar políticas públicas que transformen la realidad y es un instrumento para transformarse a sí mismo: “capacidad estatal” refiere a la habilidad de diseñar y ejecutar un plan de gobierno. Capacidad de cerrar la brecha entre el anuncio y la realidad, lo que no puede suceder de un día para otro. Debemos imaginar un camino posible para esa mejora, dentro de un horizonte de desarrollo de la Argentina. Una expectativa y la otra caminan juntas. Con lo que tenemos en el presente, cuesta mucho avanzar: el Estado tal cual está, sus procedimientos administrativos, el nivel de tecnología, sus capacidades actuales son, en definitiva, parte del problema. Las capacidades estatales, lo sabemos, no son estáticas ni dadas. Se construyen andando, pero solo si priorizamos que es un área sobre la que tenemos que redoblar esfuerzos con urgencia.
Por eso, nuestra misión es encarar la tarea en algunos aspectos fundamentales: el gobierno de datos, el diseño de una nueva gobernanza estatal y la articulación de un derecho administrativo para el siglo XXI. Trabajar para responder la pregunta inicial: ¿Qué Estado necesitamos para encarar qué tareas? En Fundar queremos un Estado con agentes públicos y funcionarios que inspiren, que guíen, que conversen activamente con las políticas públicas que ejecutan, que sepan a quiénes afectan y quiénes las diseñan. Un Estado que sirva para que las políticas públicas que promueven un desarrollo sustentable e inclusivo se transformen en realidad.