Argentina posee una dotación energética excepcional y diversificada de cara a lograr un desarrollo sostenible: recursos fósiles, radiación solar, vientos constantes, una tradición consolidada en el sector nucleoeléctrico, disponibilidad hídrica y biomasa. Por eso, la transición energética global abre un gran desafío para el país: hacer un uso inteligente de los recursos fósiles para garantizar el suministro energético y generar divisas, y al mismo tiempo acelerar la transición hacia energías limpias. Además, una de las soluciones para enfrentar las crisis económicas y ambientales del siglo XXI es poner en marcha instrumentos financieros innovadores, como los bonos verdes y el pago por servicios ecosistémicos, entre otros.
En Fundar creemos que el abordaje de la descarbonización debe ser pragmático y flexible. Por un lado, se deben aprovechar los recursos disponibles para generar riqueza y ampliar la capacidad de financiar la transición. Por otro lado, ese aprovechamiento debe estar guiado por una estrategia de largo plazo que oriente al país, paso a paso, hacia una economía cada vez más limpia y sostenible